lunes, 28 de abril de 2014

Nelson Mandela: El sueño de un hombre, el sueño de la humanidad




Han pasado unos cuantos meses desde el fallecimiento del líder sudafricano Nelson Mandela. El mundo conmemoró su muerte y desde luego, ha recordado como fue un adalid de la libertad y de la unión racial. Desde su juventud luchó por mejorar la situación de sus compatriotas, y lo hizo con todos los medios que estuvieron a su mano, como las armas y la violencia hasta su fuerza pacífica.

Es de allí que los colombianos, que hemos sufrido por la violencia desde casi todo el tiempo que llevamos como un país independiente, que debemos aprender a lograr las cosas por un medio pacífico para obtener la paz que hemos añorado por más de medio siglo. El asunto no va a ser fácil, pero tampoco lo fue para Mandela. Va a tomar tiempo, y así como Mandela se dio cuenta que la violencia no era el camino para acabar con el yugo al que estaba sometido su pueblo, también debemos darnos cuenta nosotros, que después de tantos años de violencia como camino, debemos cambiar el método.

Es claro que la principal necesidad de Colombia, además de aquellas como la salud, la justicia, la seguridad y la educación, es un líder que represente y unifique a cada uno de los pueblos tan variados que conforman a nuestro país. Se supone que estamos en una democracia representativa, sin embargo esto no lo vemos reflejado en los políticos que nos gobiernan y que nos lideran. Quizá es porque nosotros mismos somos así.

Detrás de esta necesidad de un líder, está una razón que no ha sido asimilada y comprendida por cada uno de nosotros. El cambio que necesitamos en el país, ese cambio que tanto anhelamos, está en nosotros mismos. Nuestros lideres no reflejarán nuestras necesidades porque incluso nosotros solo trabajamos en función de nuestros propios intereses.

Debemos nosotros cambiar el interés de ganar todo con facilidad, debemos entender que la inmediatez no es algo real. Así como una vida feliz no la vamos a conseguir con rapidez, tampoco conseguiremos la paz buscando una inmediatez, pero sí con hechos factibles y posibles, que sean reales. Este es un legado, una enseñanza que nos dejó Nelson Mandela al luchar incasablemente por la libertad y la igualdad del pueblo que conformaba su país.


“Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con él, entonces se vuelve tu compañero”. Nelson Mandela